Escenas Borradas Capitulo: 40 Caridad y 41 Cuantas veces

Escena 1 Capitulo: 40 Caridad

Nos llevaron a un camerino para retocarnos el maquillaje y cambiarnos de vestidos, me dieron uno (que según decían) era muy bonito y sensual.
Estaba lejos de ella y sabía que así debía ser pero quería verla una vez más, las habían llevado a cambiarse de vestido aunque a mi eso me pareció innecesario, se veía hermosa con el que tenía puesto.
Otra de mis preguntas era, donde estaba aquel hombre con el que dormía todas las noches? porque no estaba aquí?
Una chica alta paso por mi lado dándome una mirada diferente, ya conocía esa mirada, era interés, yo le gustaba… por lo menos un poco
Michael: Cual me dijiste que era tú nombre?
Amazona: Todos me llaman Amazona y a mi me encanta ese nombre
Michael: Amazona… me gusta, donde están todas las chicas hermosas como tú?
Amazona: Se están cambiando
Michael: Ah… y no puedes llevarme a conocerlas mejor?
Amazona: Claro, pero siempre y cuando me conozcas mejor a mí
Michael: Eso planeo
Sonrío y me sentí muy mal por utilizarla de esta forma pero necesitaba verla, quería saber que pensaba y si en esos pensamientos me encontraba yo.
Entre y lo primero que pude ver fue su hermoso rostro sin su la habitual sonrisa que llevaba cuando éramos felices juntos.
Gerente: ____, solo quiero que recuerdes que esto cuenta como trabajo, no quiero esa cara de aburrimiento, ok, quiero una enorme sonrisa que cure el cáncer.
____: Quiere una sonrisa? Que tal la que te reconstruyan después de que te tumbe los dientes?
 

Escena 2

Salí de ahí listo para entrar al escenario pero antes tenía que hacer algo importante
Michael: No importa lo que tengas que ofrecer, le tienes que ganar a todos, quiero que la compres al precio que sea.
Bill: Señor no cree que esto es demasiado? la lastimara
Michael: No es lo crees, te lo explicare luego… Bill confió en ti.
Salí a escena y por un segundo pensé que estaba a salvo… hasta que salió al escenario… más hermosa que nunca, con un vestido hermoso.
No sé que expresión tenía pero los bailarines me vieron con cierta sorpresa, tuve que fingir… otra vez
 

Escena 3  Capitulo: 41 Cuantas veces

Bill se acerco al escenario y me dio un beso en la mejilla.
Bill: Lo siento mucho señorita.
____: No te preocupes Bill, no es culpa tuya.
Cuantas veces más me humillaría? Cuantas veces más me recordaría que para él solo era “una mujer fácil que se vende por cualquier moneda”
Cuantas veces pensaba que lo dejaría hacerlo, que lo dejaría humillarme? Sin decir nada.
Esta vez se equivoco, ahora no me callaría, no respetaría su decisión y le gritaría a la cara toda la verdad, después de eso, todo termino y empezó la fiesta, ya no era mi obligación seguir aquí, me fui a los camerinos, tenía que quitarme este vestido y así poder encerrarme en mi cuarto, quería estar sola, lo necesitaba con urgencia.
Llegue casi corriendo, apoye mis manos sobre la mesa en la que habían puesto el maquillaje, estaba inclinada tratando de encontrar aire, necesitaba un respiro o no sería capaz de llegar a ningún lado.
La vi corriendo hacía los camerinos, tal vez era un error pero no podía quedarme aquí.
me levante de mi mesa y evite pasar por el lado de la Amazona, no podía perder ni un segundo.
Vi en un rincón a Xxxx estaba regañando al hombre que contrato y este solo podía decirle que el precio era excesivo, tenía razón el precio era muy alto para lo que el pretendía pagar por ella, es más me pareció que ninguna suma de dinero u oro pagaría jamás por ella, era la mujer que Amaba con todas mis fuerzas y eso jamás cambiaría aunque ella no me Amara.
Entre y la vi apoyada en la mesa con los ojos cerrados, parecía un Ángel, tan hermosa como siempre.
Su espalada desnuda era toda una tentación, no podía ignorar el hecho que era la mujer con la que realmente había hecho el Amor por primera vez, pues a ella si la Amaba con una totalidad extrema
Levante mi mano y aunque lo dude un minuto al final lo hice, acaricie toda su espalda deleitándome una vez más con su piel suave que tanto extrañaba.
Sentí una mano muy suave recorrer mi espalda, era él, lo sabía por la forma en la que sentía como mis huesos cambiaban su consistencia.