Capitulo: 27 El Fin

Capitulo: 27 El Fin

Todo había terminado, que me quedaba, absolutamente nada, el ya no me amaba y yo lo amaba demasiado pero no olvidaba sus palabras. Todo lo que me había dicho, no quería verlo otra vez, aun no, sería demasiado para mi volver a ver en sus ojos el odio que siente por mí.

Ahora estaba en Asia en medio de la gira mundial que hacíamos una vez al año, esta gira solo mantenía mi cuerpo ocupado, pero mi mente solo podía fijar una imagen, Michael mirándome con desprecio, jamás resistiría volver a ver ese desprecio en su mirada, moriría si eso volviera a pasar.

Todo había terminado, porque ella se llevo mi corazón, jamás podría volver a Amar 

a nadie, lo sabía y me dolía, pero cuanto la amaba, yo hubiera hecho cualquier cosa

por que fuera feliz, pero solo jugo conmigo, no era nada, no significaba nada más 

que un estúpido al que pudo engañar fácilmente.

Lo sabía pero eso no evitaba que sufriera y la llorara todas las noches

La Amaba, pero eso no fue suficiente.

Lo llamaba todos los días y las noches (ya que mi celular apareció por obra y gracia del espíritu santo en el camerino) pero no contestaba él, a veces eran los de seguridad que me pasaban con mis príncipes pero él jamás respondía, estaba completamente destruida, su voz era lo único que tenía cuando estaba lejos de él, ahora que no lo tenía, se me hacía más necesario que antes, parecía una adicta que hace más de un mes no consumía, me sentía tan desgraciada, que lo único que podía hacer era lamentarme y llorar en el hombro de mi único amigo, Jay.

No había una noche en la que pudiera dormir, sabía que jamás perdonaría una traición, lo conocía lo suficiente como para afirmar que jamás me perdonaría, pero nunca espere su terquedad, escucharme un segundo era demasiado para él?

Donde había quedado el amor que me juraba todos los días? Acaso no merecía el beneficio de la duda hasta que pudiera decirle mis razones?

Fui sincera conmigo misma, no podía culparlo, él había sufrido demasiado, ya casi no confiaba en nadie, y yo no iba a ser la excepción, aun que me hubiera gustado que así fuera.

El 18 de abril mi corazón se detuvo y desde entonces no volvió a latir, no lo volvería a hacer a menos que él le devolviera la vida.

Todas las noches intentaba sin éxito llamarlo, pero jamás contestaba.

Una noche, a casi 30 días de que mi corazón dejo de latir.

Michael: Ya deja de llamar, no quiero escuchar tú voz.

____: No me importa lo que quieras, debes escucharme después puedes hacer lo que quieras y jamás te volveré a molestar.

Su voz, acababa de escuchar su hermosa voz, ahora mi corazón latía arrítmico, con este pequeño segundo tendría para vivir un poco más.

Michael: No tengo porque escucharte, solo permito que hables con mis hijos porque te quieren mucho, nada les has hecho a ellos y reconozco que los quieres mucho, pero hasta ahí, no quiero que te metas en mi vida nunca más.

____: Claro que los quiero, sería lo último que hicieras, dudar del amor que les tengo, acepto que tú ya no me quieras ni escuchar… Mark estaba en problemas y yo…

Michael: Suficiente, si deseas hablar con los niños, llama al número de la casa, deja de llamar a mi celular.

Y me colgó, y aunque debería de estar al borde de la muerte, estaba muy feliz, las lagrimas caían de mi rostro pero no eran de tristeza, eran de emoción, jamás había pasado tanto tiempo sin oír su voz, y hoy aunque no me hubiera dicho lo que quería, lo había escuchado, fue como saborear el más dulce de los caramelos.

Los días pasaban e íbamos de una ciudad a otra, de Asia a Latino América, tuve el tiempo de ir a ver a mi familia, les conté lo que paso y como sentía que mi vida se había ido por el drenaje. Ab se había molestado con él pero más conmigo por sufrir tanto, para Ab llorar por haber perdido a Michael era una tontería.

Mamá: siempre es difícil cuando te enamoras de verdad, pero con el tiempo quizás puedas encontrar paz.

____: Eso se podría aplicar a alguien común, pero a él jamás se le puede comparar,  podría olvidarme de cualquiera, hasta podría olvidarme de mi misma, pero jamás me olvidare de él.

Mamá: Lo amas, verdad?

____: Con todo el corazón.

Mamá: se sincera conmigo, él…um, no sé cómo decirlo, él

____: Si, él fue el primero y será el único, me lo juro a misma, jamás dejare que otro posea mi cuerpo, sería como serle infiel y no lo hare nunca.

Mamá: Sé a lo que te refieres, pero debes tratar de arreglar las cosas y si ya no se puede, entonces continuar, no puedes estar toda la vida llorando por él.

____: Tal vez algún día pueda sentirme un poco mejor, pero jamás volveré a ser la misma la vida me dio la oportunidad de vivir un sueño y me lo quito sin aviso, eso me hace sentir muy mal, estoy hecha polvo, estoy destruida por dentro.

Me había jurado que no derramaría una lagrima frente a mi madre, pero las fuerzas me fallaron, rompí en llanto y mi madre trato de unir los pedazos pero fue un esfuerzo innecesario nadie jamás lo lograría.

Tuve que irme en solo dos días, estuve dando vueltas por todos lados, fingiendo ser la novia de alguien que odiaba y sabiendo que el hombre que amaba me odiaba,  tenía que vivir con eso el resto de mi vida, que de repente me pareció demasiada larga, era una maldición ser tan joven, ahora podía sentir lo difícil que se me hacia respirar y pretender llevar una vida normal, algunas personas se dieron cuenta del cambio en mi estado de ánimo, otras solo se importaban en ellos mismos y solo uno se sentía completamente feliz con mi sufrimiento (Xxxx se retorcía de risa cada vez que me veía perdida en mis recuerdos, cada vez que veía que la pena me invadía, con cada suspiro que daba, el era más feliz)

Las cosas no mejoraban para mí, pero mi papá pronto estaría libre y eso era lo que importaba, mis príncipes me llenaban de alegría, jamás me preguntaban cuando regresaría o donde estaba, tal vez él les había dicho algo, tal vez no, la verdad ya nada me importaba.

Vivía la vida de un triste payaso que ríe por fuera y llora por dentro, mis compañeros y amigos me veían sonreír pero no sabían que estaba destrozada de Amor.

El Amor te daba la capacidad de volar, pero cuando te lo quitaban caías más abajo del suelo, yo llegue al mismísimo infierno.

La llegada a él marcaba el fin, no de mi relación con Michael, era el fin de mi vida, no escuchaba el sonido de mi corazón y cada vez que latía, solo porque era necesario, me acercaba un poco más a la muerte.