Capitulo: 35 Cobarde

Capitulo: 35 Cobarde

Que día era? Qué hora era? No lo sabía ni me importaba, había pasado demasiado tiempo desde que el corazón de mi bebe dejo de latir… no, no dejo de latir, fui yo la que lo obligo a irse, eso me había quedado bien claro, después de salir del hospital mis días estaban llenos de sufrimiento… pero las noches… las noches eran puro dolor, eran un martirio real, nada comparado con los días.

Boom boom, boom boom, boom boom

Todas las noches escuchaba su Corazón, escuchaba como le faltaban las fuerzas y dejaba de luchar, escuchaba cada noche como me dejaba, como me abandonaba… lo único que cambio en ese sueño fue las palabras de mi consciencia, nunca me decía lo mismo.

Consciencia: Como crees que pagaras por lo que hiciste?

____: No lo sé, no hay nada que pueda hacer para pedirle perdón… por favor dámelo, solo un segundo, por favor

Consciencia: Claro que no! Te lo daré el día que pagues por lo que hiciste, como lo harás?

____: Dime qué debo hacer para tenerlo solo un segundo en mis brazos, solo quiero pedirle perdón.

Consciencia: Sabes cuándo? Cuando renuncies a la felicidad, entonces lo tendrás en tus brazos, solo si prometes no volver a ser feliz.

____: Lo prometo, te lo juro, jamás seré feliz, solo dámelo un segundo por favor.

Consciencia: Te lo daré cuando sepa que dices la verdad, solo entonces, lo hago por nosotras, si vuelves a ser feliz un día sufrirás más y será mucho más dolor que ahora.

Su corazón se detuvo al igual que su llanto y regrese a la realidad.

____: Nooooooooooo!

Jay: Calma princesa, todo está bien, estamos aquí, quieres que llame a tu papá?.

Negué con la cabeza, Jay se había mudado con nosotros, estaba todo el día pendiente de mi, como si fuera mi niñera, yo no decía absolutamente nada, pero él me entendía, no hacían falta las palabras. Me abrazo y trato de calmarme meciéndome como si fuera una niña.

Así como perdí el habla también perdí el apetito, no comía y Jay y Mark cada vez se desesperaban más, así que llamaron a un médico, al ver esa bata blanca sentí miedo, mucho miedo, quería escapar, salir de ese lugar, ir a donde jamás me pudieran encontrar, mucho menos un doctor, eso provoco que todos pensaran que estaba loca, pero eso no me importaba, como nada en la vida, ese doctor dijo que moriría de hambre si no comía, no le hice caso, no abrí la boca para hablar y mucho menos para comer, tuvieron que ponerme nutrientes directamente al torrente sanguíneo, eso por lo menos tranquilizaría a Mark y a Jay.

Cuanto tenía que pasar para olvidarla? Todo me la recordaba, hasta mis niños, sobre todo Blanket que no hacía más que preguntar por ella, donde estaba? Porque no venía? Y sobre todo…porque no llamaba?

Y yo me hacía la misma pregunta, porque no llamaba? Yo no quería escucharla, pero nunca había dejado de llamar a los niños, jamás paso más de un día, siempre hablaba con ellos, era como si hubiera desaparecido, como haría para saber que pasaba con ella?

No estaba segura de cuantos días pasaron, ni de cuantas horas o días y noches, no me daba cuenta de nada, lo único de lo que realmente me di cuenta fue de la llegada de mamá, no podía decir nada, ni escucharla, solo me aferre a su abrazo, en el que me quede dormida solo para tener la misma pesadilla, mi consciencia tenía a mi bebe mientras perdía la vida, todas las veces que cerraba los ojos, no importaba el más mínimo segundo, siempre tenía el mismo sueño, era como si al cerrar los ojos activara en alguna parte mi llegada automática a mi infierno personal.

La única palabra que decía era NO en forma de grito, siempre después de tener la peor de las pesadillas, en mis sueños mi bebe moría una y otra vez, eso era lo más doloroso que me había tocado vivir, seguir respirando cuando él no lo hacía, cuando ni siquiera había tenido la oportunidad de ver la luz del sol.

Mientras pensaba en lo injusta que era la vida al mantenerme aquí siendo una asesina, capte el movimiento de algo, eran las cortinas del balcón en el cuarto de Mark, las podía ver desde mi cuarto, estaba sentada esperando a que Jay viniera, pero se les había olvidado cerrar el balcón.

Porque no? Qué sentido tenía la vida? Para que seguir aquí sufriendo por algo que jamás podría cambiar?

Otra vez, ese mal presentimiento, tenía el corazón acelerado y sabía que estaba asustado por ella, pero no sabía porque, Por favor Dios no la abandones, si algo malo le pasa, moriré y no quiero dejar solos a mis niños, por favor Cuídala, porque yo no puedo.

Tenía que ser rápida, así que me arranque las agujas y corrí, al pasar por las escaleras Jay me vio y se imagino para que corría, dio un grito muy fuerte, pronto dejaría de escucharlo todo.

Todavía no terminaba de colgarme del balcón y Mark, Jay y mi madre ya estaban ahí, no tenía tiempo, solo unos segundos para poder pedir compasión a Dios y que me permitiera ver a mi bebe solo un segundo antes de enviarme al infierno.

Ab: Ya basta! ____! Deja de lamentarte! No eres ni la primera ni la última mujer que pierde un hijo!

Me sorprendió ver a Ab, no sabía que estaba aquí, eso solo empeoraba las cosas, Ab siempre había sido un gran hermano pero era intolerante, él jamás comprendería por lo que estaba pasando, lo único que diría era que me dejara de tanto drama.

Mark: No lo hagas Amor, todos estamos contigo, no te dejaremos, no nos dejes tú, por favor cariño no lo hagas.

Mamá: Hija por Dios, te lo pido, no lo hagas, no estás pensando con claridad

Mark: Hija no rompas mi corazón, ya me siento demasiado culpable por todo lo que te paso, no añadas esto a mi consciencia, no me rompas el corazón, Amor no lo hagas.

Jay: Yo estoy aquí contigo cariño, jamás te dejare, siempre estaré contigo, quieres que lo llame?, tal vez el deba saber lo que paso.

Negué con la cabeza y las lágrimas volaron de mi rostro.

Ab: Claro! Él jamás te Amo pero tú harías lo que fuera por él, es más si  te pide que te tires lo harías, deja ya el drama, sal de ahí ya! Te lo ordeno, baja de ahí en este momento!

Estaba por soltarme cuando mi mamá se trepo al balcón a un lado mío y no intentaba impedírmelo, me sentí confundida.

Mamá: Quieres matarte?, adelante, pero yo te seguiré.

No entendía a lo que se refería hasta que la vi intentando soltarse.

Mamá: Se que estas triste y que no le encuentras sentido a la vida, pero deja de ser una cobarde, afronta tus miedos. No dejare que te mates, si lo haces la que sigue soy yo, te lo juro, no sé lo que se siente perder un hijo pero no quiero saberlo…Es lo que deseas?, que el dolor que tú sientes lo sienta yo? Realmente me quieres tan poco para dejarme aquí, llorando la muerte de mi hija?

Las lágrimas volvieron a caer de mis ojos, jamás encontraría la paz, porque me acababa  de cerrar mi única puerta de escape.

Era una cobarde solo por querer justicia? Solo quería pagar por mi crimen, solo quería mandar al infierno a una asesina, una asesina cruel que mato a su propio hijo.

Odiaba esta vida, pero estaba obligada a vivirla.

Salí del balcón, estaba a punto de dirigirme a mi cuarto cuando mi mamá me tomo por el brazo.

Mamá: Júrame que jamás lo volverás a intentar, no importa lo lejos que este me voy a enterar y te seguiré tan pronto como pueda.

No tenía más fuerzas, solo pude asentir, quería poder irme para entrar una vez más al infierno. No había dado ni un paso cuando Ab se puso delante de mí y me volteo la cara de una bofetada.

Ab: Cobarde! Ya deja de pensar que eres la única en el mundo, no sufrirías así si él padre no fuera Michael!, como si fuera un Rey, como si hubieras perdido un heredero al trono! No seas cobarde y acepta que jamás te Amo! Si lo hubiera hecho no te hubiera dejado por NADA! No significaste nada para él! Deja de sufrir por ese imbécil!

Jay: Déjala!, él cobarde eres tú, como puedes golpearla? Acaso no te das cuenta que no se siente bien? Eres un Animal.

Jay era fuerte, me tomo en brazos y me llevo hasta mi habitación, solo quería llorar una vez más sobre el hombro de mi mejor amigo, el único que tenía en el mundo.

Mi pena era la más grande y era tan grande que el dolor ya no era solo mental se había vuelto físico, solo me quedaba rezar para que el cuerpo ya no me dé más y así dejarme MORIR.