Capitulo: 46 Otra vez Tuya

Capitulo: 46 Otra vez Tuya

Estaba sentada en su regazo derramando las mismas lágrimas que ya eran parte de mi vida desde hace mucho tiempo.

Me acariciaba el rostro, el cabello y la espalda, sus caricias me curaban de todo dolor, hace cuanto que no sentía dolor? Cuando fue la última vez que desee vivir? Que día era la última vez que fue feliz a su lado?. No recordaba las respuestas, pero no me importaba tenerlas, esas preguntas podían esperar, ahora tenía otras preguntas que hacer.

____: que fue lo que te dijo?

Michael: Que estabas esperando el momento para casarte conmigo y luego quitarme todo.

____: Que más te dijo? Como me describió?

Michael: Me dijo muchas cosas… pero eso ya no importa.

____: A mí sí me importa.

Michael: Él… describió tú cuerpo a la perfección, sabía cada detalle, te describió como yo lo haría.

____: Que te dijo? Dijo que yo lo amaba?

Michael: Sí, dijo que lo amabas a él y que yo solo era uno más en tu vida, siempre me llamaba en los momentos en los que quería olvidarme del orgullo y buscarte.

Ahora que él sabía la verdad podía decirle lo que de verdad pensaba, me levante, las lágrimas jamás habían dejado de caer por lo que ya estaba desesperada y hable con todos los sentimientos que había guardado desde entonces.

Michael: Que pasa?

____: no crees en mí, eso pasa.

Michael: Claro que creo en ti

____: Ahora, que tienes pruebas, que lo has escuchado de otros, pero antes?

Michael: Estaba confundido, él dijo…

Ya estaba cansada de eso y me deje llevar, lo abofeteé

____: Él dijo, el dijo! Cómo pudiste creer en él más que en mí? Cómo pudiste poner sus palabras por encima del Amor que te demostré?!

Él no decía nada solo me miraba con una enorme tristeza, seguí, necesitaba desahogarme o todo lo que tenía adentro terminaría matándome.

____: Cuantas veces te dije que te Amaba? Alguna vez te pedí algo? Alguna vez has pagado alguno de mis viajes o mi ropa o lo que sea?! Como creíste que el dinero era más importante para mí que tú?! Respóndeme maldita sea! Responde!

Michael: No tengo perdón, lo sé pero no quiero decir que no lo sienta, me equivoque y mi equivocación nos arrostro a los dos, perdóname fui un idiota.

Me acerque a él y atrape en mis puños el cuello de su camisa.

____: Quien te dio permiso para que te fueras? Eras mío, recuerdas? Yo no te di permiso para que te fueras.

Michael: Ahora estoy aquí.

Paso una mano por mi cabeza y me beso, toda la rabia que sentía quedo reducida a cenizas.

Michael: Lo siento, sé que no tengo perdón, pero jamás deje de amarte, no puedo hacerlo.

No quería darle tiempo para responderme, no merecía su perdón, lo más seguro es que me dijera que no podía perdonarme, ahora solo quería sentirla cerca de mí, lo más cerca que se pueda.

Me volvió a besar sin darme tiempo de responder, no es que tuviera una respuesta, la verdad.

Sus manos se deslizaron por mi espalda descubierta debido al escote.

Eso hizo que mi cuerpo temblara, él simplemente me guiaba de regreso a la cama, podría hacerlo? Me permitiría ser feliz por lo menos esta noche? No lo sabía, solo me  dejaba llevar por esas sensaciones que solo él me hacía sentir.

El vestido que llevaba no era fácil de quitar,

 pero él no se hizo problemas… lo rompió.

Tenía miedo de todo y eso se reflejaba en mis lágrimas, no solo lloraba de temor a lo que él hiciera cuando supiera la verdad completa, también lloraba porque recordaba aquella última noche y supe por fin que fue esa sensación extra, esa noche habíamos concebido a nuestro hijo, recordar a mi bebe hizo que las lágrimas fueran aun más.

Sé quito el saco y yo desabotone su camisa, había olvidado que la perfección existía y que solo le pertenecía a él.

Besé su cuerpo como no lo había hecho hace tanto tiempo, sus labios recorrían el mío y aunque me sentía muy feliz no dejaba de llorar. Mientras besaba mi abdomen recordé que era allí precisamente donde estaba mi bebe y más lágrimas caían de mis ojos.

Yo sabía exactamente cada razón por la que lloraba, lo que no sabía era porque él lo hacía, al igual que yo las lágrimas no abandonaron sus ojos y aunque me estaba amando con esa libertad, sentí su tristeza, no quería que fuera así. Tomé su rostro entre mis manos.

____: Olvídate de todo… solo recuerda que te Amo y que jamás lo dejé de hacer.

Michael: Olvida todo lo que te dije… solo recuerda que te Amo y que creo en ti.

Nos volvimos a besar, ya no había ropa entre los dos y por fin sin lágrimas en los ojos nos amamos con una libertad total, con felicidad… con Amor real.

La forma que tenía para hacerme sentir viva era infalible, ahora tenía ganas de vivir mil años solo por tenerlo entre mis brazos y estar en los suyos.

Siempre había sido perfecto y eso no había cambiado ni con todo el tiempo que estuvimos separados. Sus manos hacían que mi cuerpo se convirtiera en fuego y que mis huesos se derritieran por el excesivo calor, sentía que mi corazón estaba vivo, latía y podía escucharlo.

Sus besos dulces me mareaban  y en cualquier momento perdería la conciencia.

Michael: Te Amo… siempre te eh… Amado y… siempre… te Amare.

____: Nunca dudes de mi Amor… solo tú eres mi vida… mi alegría… mi salvación… eres… mi reli… mi religión.

Michael: Tú fe…

____: mi fe

No me había dado cuenta, tenía puesto el rosario que le dejé junto con todo lo demás… mi fe, se la quito y me la puso.

____: No!... quédatela

Michael: te devuelvo tú fe… ahora también puedes creer en mí.

____: Michael…

Michael: Te Amo… jamás… te… volveré a dejar… jamás dejare que… te vayas.

____: Te Amo más que a mi vida.

Michael: Te Amo mucho más… demasiado.

Fue la última conversación de la noche, solo quería sentir su piel ardiente sobre la mía, era impresionante como a pesar del tiempo aun recordábamos nuestra forma especial de Amarnos.

Recordaba cada detalle, cada forma, cada marca, todo, así como él demostró recordarlo todo.

Sus labios estaban sobre mi cuello, empezó a besar la cicatriz que él me había dejado hace tanto tiempo, mis manos presionaban su espalda justo en la parte más alta, tenía los labios pegados a su hombro, ya no podía más, él tenía la capacidad de volverme loca, la intensidad de las sensaciones me hizo clavar las uñas sobre su espalda, baje hasta llegar a la parte más estrecha.

Presionaba mi cintura mientras besaba la hendidura de mi cuello, había vivido tanto tiempo en el dolor que el cambio brusco de realidad se me atojaba imposible.

Solo hasta ayer me sentía miserable, obligada a seguir respirando cuando ya no lo quería y ahora buscaba aire para poder continuar, antes deseaba que el cuerpo ya no me dé más para así tener una excusa y dejarme morir, ahora rogaba que la energía no me dejara porque no valía la pena perder un solo segundo con él.

Me Amaba y lo demostraba en cada caricia, con cada beso, con solo una mirada.

Yo lo Amaba y eso jamás cambiaría, aun si hubiera conseguido suicidarme, sabía con toda certeza que aun más allá de la muerte lo seguiría Amando.

Mi cuerpo podía morir, pero mi Amor por él era Inmortal.

Sus manos, su rostro, todo su cuerpo estaba lleno de sudor, era tan hermoso que me sorprendía que haya pasado tanto tiempo sin él, era mi aire, mi vida, si él regresaba yo podría vivir, no solo eso, sería feliz y eso era algo a lo que había renunciado hace mucho.

Sentí la más grande de las alegrías al volver a sus brazos y al saber que me Amaba tanto como yo.

Estaba tan cansada, agotada era la palabra.

Descansaba sobre su pecho, sabía que no podría ocultarle la verdad por mucho tiempo, eso me dio miedo, enrede mi pierna con una de las suyas y presione más fuerte el brazo que tenía alrededor de su pecho.

Michael: No me iré.

No dije nada, sabía que eso pronto cambiaría.

Michael: Ahora eres tú la que no cree en mí.

____: Creo en ti, siempre eh creído, si no fuera así no me hubieran dolido tanto tus palabras.

Michael: Perdón, no tengo excusa, te trate muy mal.

____: No quiero que hablemos de eso, ya no importa.

Me apretó muy fuerte contra el costado de su cuerpo, tuve la suerte de verlo dormir, tenía un rostro deslumbrante, parecía un niño, realmente muy diferente de aquella noche en la fui a verlo.

No pude más y yo también cerré los ojos, sabiendo que esa felicidad no duraría.